Wonderland con las puertas abiertas, y libélula, eso por supuesto.
Pisando aguas como palomas de grandes
hacia dentro y hacia abajo de uno mismo,
hacia donde todos podemos convertirnos
en un rídiculo fuera de lugar.
María, llamo a la puerta
y me abre.
y el cuento era una esfera que giró hacia el otro lado
se dió el pomo al reverso
y se le abrió un mundo
de un irreversible libélula
y azul.
Porque siempre habia tenido María las puertas abiertas
y porque había tenido, alguna vez también,
razón.
i´m the worst :(
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