y de la Lavapiés no nacen los ríos
porque aquello serían las orillas de mil cuentos de amor árabe
y tantas otras historias hindús para no dormir.
Las adoradoras de Shiva
las que empapan sus saris en los charquitos de la plaza,
las que huelen a curry, cilantro y curcúma
te miran con recelo sólo hasta que les enseñas
que tú también tienes las piernas calientes de horchata
y el pasado manchado de amor oscuro.
Él es una sombra en la pared vestida de mi cuarto.
Él es una sombra en la pared vestida de mi cuarto.
Así no se me olvida.
Que cualquiera puede enfermarse
de un gran falo azul
de un gran falo azul
y perderse en la sed vulnerable
de la dependencia.
Cualquiera puede
de la dependencia.
Cualquiera puede
enamorase de los ojos de Caín
desde los que caen manzanas
verdes como el grano nuevo,
coléricos como la envidia .
Yo no lo necesito más.
La calma es el cuerpo de mujer que se me enreda.
Labios de paz, senos de azúcar.
La vida como un sin fin farolillos de papel
y orquesta de feria.
y orquesta de feria.
Compañía,
para quienes tienen algo bueno que escuchar
para quienes tienen algo bueno que escuchar
y que enseñar.
Cualquiera (siempre se nos olvida), ese es el problema :)
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