Una vez me regalaron un intercounicador,de cartón y cuerda, uno de esos con dos vasos de café para llevar, un nombre tatuado en cada lado, y un hilo infinito, de una distancia siempre igual a la superpotencia de cien mil,y a años luz. Ir y volver de Ciudad de Chacales.Bueno, ¡pues funciona! (Y no es alegre la cosa).Que le vas a hacer cuando no le puedes hacer nada.En los curtidos de la sangre nacerán árboles,si saben construir de a pan y a azúcar.
Cardos de neón en los ricones óscurosmújeres como sirenas de otra parte mediterráneo,mújeres como sirenas en todas partes.
Mirarte por el ojo del mundo
De lánguida decadente a decadente cyberpunk.Pero sí, yo siempre creí que los androides sí soñaban con ovejas eléctricas.
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